Vacunarse es una de las varias medidas que puede tomar para protegerse y proteger a otras personas del COVID-19, lo que es crucial puesto que la enfermedad puede ser grave e incluso ocasionar la muerte.
Las vacunas contra el COVID-19 ayudan a nuestro organismo a desarrollar inmunidad contra el virus que causa el COVID-19 sin que para ello tengamos que contraer la enfermedad.
A veces, después de la vacunación, el proceso de generar inmunidad puede causar sÃntomas, por ejemplo, fiebre. Estos sÃntomas son normales y son una señal de que el organismo está desarrollando inmunidad. Por lo general, después de la vacunación el organismo demora algunas semanas en producir defensas, por lo que es posible que una persona se infecte con el virus justo antes o justo después de vacunarse, y que se enferme porque la vacuna no tuvo suficiente tiempo para generar protección.
En la actualidad, hay tres tipos principales de vacunas contra el COVID-19 y ninguna de estas vacunas puede hacer que el humano enferme.
Un tipo son las vacunas ARNm contienen material del virus que causa el COVID-19, el cual hace que nuestras células a creen una proteÃna exclusiva del virus. Nuestro organismo reconoce que esa proteÃna no deberÃa estar presente y crea linfocitos que recordarán cómo combatir el virus que causa el COVID-19 si nos infectamos en el futuro. En este grupo están las vacunas de Pfizer y Moderna.
Otro tipo son las vacunas de partes proteicas que incluyen porciones inocuas del virus que causa el COVID-19, en lugar del germen completo para que nuestro sistema inmunitario las reconozca como ajenas a nuestro organismo y comienza a crear anticuerpos. En este grupo están las vacunas de Sanofi y Novavac.
Finalmente tenemos a las vacunas de vectores contienen una versión desactivada del virus vivo (Sinovac, Sinopharm, Biotec), o un virus diferente del que causa el COVID-19 (Oxford AstraZeneca, Sputnik V), con material genético del virus. Una vez que el vector viral está en nuestras células, las células producen una proteÃna que es exclusiva del virus que causa el COVID-19. Con estas instrucciones, nuestras células hacen copias de la proteÃna. Esto despierta en nuestro organismo una respuesta y empieza a crear glóbulos blancos que recordarán cómo combatir el virus si nos llegamos a infectar en el futuro.
Casi todas las vacunas contra el COVID-19 se deben administrar en dos dosis. La primera dosis empieza a generar protección. La segunda se administra unas semanas después y es necesaria para lograr la máxima protección que ofrece la vacuna.
Recuerda que actualmente pueden solicitarse servicios de vacunación a domicilio y en establecimientos confiables, asà como, diversos servicios de salud, a tarifas preferenciales por la app Salud Total en Lima. Descarga gratis para Playstore.
Dr. Joseph Sánchez Gavidia
Médico Cirujano
Experto en Salud Preventiva
Las vacunas contra el COVID-19 ayudan a nuestro organismo a desarrollar inmunidad contra el virus que causa el COVID-19 sin que para ello tengamos que contraer la enfermedad.
A veces, después de la vacunación, el proceso de generar inmunidad puede causar sÃntomas, por ejemplo, fiebre. Estos sÃntomas son normales y son una señal de que el organismo está desarrollando inmunidad. Por lo general, después de la vacunación el organismo demora algunas semanas en producir defensas, por lo que es posible que una persona se infecte con el virus justo antes o justo después de vacunarse, y que se enferme porque la vacuna no tuvo suficiente tiempo para generar protección.
En la actualidad, hay tres tipos principales de vacunas contra el COVID-19 y ninguna de estas vacunas puede hacer que el humano enferme.
Un tipo son las vacunas ARNm contienen material del virus que causa el COVID-19, el cual hace que nuestras células a creen una proteÃna exclusiva del virus. Nuestro organismo reconoce que esa proteÃna no deberÃa estar presente y crea linfocitos que recordarán cómo combatir el virus que causa el COVID-19 si nos infectamos en el futuro. En este grupo están las vacunas de Pfizer y Moderna.
Otro tipo son las vacunas de partes proteicas que incluyen porciones inocuas del virus que causa el COVID-19, en lugar del germen completo para que nuestro sistema inmunitario las reconozca como ajenas a nuestro organismo y comienza a crear anticuerpos. En este grupo están las vacunas de Sanofi y Novavac.
Finalmente tenemos a las vacunas de vectores contienen una versión desactivada del virus vivo (Sinovac, Sinopharm, Biotec), o un virus diferente del que causa el COVID-19 (Oxford AstraZeneca, Sputnik V), con material genético del virus. Una vez que el vector viral está en nuestras células, las células producen una proteÃna que es exclusiva del virus que causa el COVID-19. Con estas instrucciones, nuestras células hacen copias de la proteÃna. Esto despierta en nuestro organismo una respuesta y empieza a crear glóbulos blancos que recordarán cómo combatir el virus si nos llegamos a infectar en el futuro.
Casi todas las vacunas contra el COVID-19 se deben administrar en dos dosis. La primera dosis empieza a generar protección. La segunda se administra unas semanas después y es necesaria para lograr la máxima protección que ofrece la vacuna.
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Dr. Joseph Sánchez Gavidia
Médico Cirujano
Experto en Salud Preventiva