Esta época del año suele desencadenar en las personas una serie de emociones y sentimientos, muchas alegrÃas, pero también nostálgicas y tristezas, definitivamente es una temporada de reflexión, donde nuestra salud mental podrÃa sufrir un repentino desequilibrio. Por ello, es mejor estar preparados entendiendo lo que puede ocurrir, para no desestabilizarnos.
Todo parte por una coincidencia de fechas, ya que la Navidad llega hacia el final de cada año, un momento donde se reflexiona sobre el recorrido de vida realizado, las empresas realizan sus cierres de año y dan cuenta de sus logros o fracasos, al igual que como ocurre en las personas.
Por su parte, las emociones intensas que suelen acompañar a esta época del año son consecuencia en parte, de la fervorosa tradición de los creyentes que manifiestan su fe y se contagian del espÃritu de paz, amor y solidaridad de la Navidad y, por otro lado, del bombardeo publicitario mercantilista que refuerza el sentimiento de compartir mediante un comprometedor gesto materialista.
Entre las cosas positivas que solemos pensar, vienen a nuestra mente de inmediato los logros personales que hemos podido alcanzar, ya sean académicos, laborales, bienes materiales, dinero y las relaciones interpersonales, especialmente en el amor. Sin embargo, muyo poco se valoran aspectos como la salud, que sobre todo en la juventud se da por descontada, sin embargo, normalmente es valorada por adultos mayores y por las personas que han superado problemas complejos, o los han evidenciado en sus allegados durante el año.
Entre lo malo que se piensa, están las frustraciones por las metas no alcanzadas, la nostalgia por los seres queridos que nos dejaron, el padecimiento por enfermedades, propias o de nuestro entorno, las limitaciones económicas, la problemática de nuestra sociedad, e incluso, sobre nuestro futuro sombrÃo o incierto que no podemos calcular.
Sin embargo, debemos reconocer que nosotros mismos somos quienes generamos nuestros sentimientos basados en la percepción única de lo que nos ocurre y ocurre en el mundo, es “nuestro mundoâ€, es decir, tanto lo que consideramos positivo como lo negativo y las emociones que nos generan, son valoraciones que hacemos nosotros mismos. Es por ello, que recae sobre nosotros también el poder de cambiar nuestras percepciones, ya que podemos valorar las cosas como acontecimientos de la vida, y no solo como logros que nos fortalecen o frustraciones que nos pueden dañar.
Mi recomendación práctica para esta época del año, consiste en que busquemos encontrarnos con nuestro propio ser, que seamos conscientes que nosotros tenemos el control, aun cuando no lo parezca, pues las cosas que pasan en la vida seguirán pasando y que la mayor parte de las veces lo que ocurre no depende de nosotros, y en las que depende, solo podemos hacer nuestro mejor esfuerzo, haciendo uso de nuestras capacidades, pero conociendo nuestros lÃmites. Justamente, por ello, recomiendo también hacer proyecciones sensatas, entendiendo que el futuro no existe y que puede variar de muchas formas dependiendo de los acontecimientos y no podemos calcularlo matemáticamente.
Finalmente, valorar la vida y lo que tenemos siempre con un pensamiento agradecido y optimista, nos permitirá ver con tranquilidad nuestro dÃa a dÃa y proyectarnos con sensatez.
Dr. Joseph Sánchez Gavidia
CEO Salud Total App
Asociación Médicos de Vida del Perú
Todo parte por una coincidencia de fechas, ya que la Navidad llega hacia el final de cada año, un momento donde se reflexiona sobre el recorrido de vida realizado, las empresas realizan sus cierres de año y dan cuenta de sus logros o fracasos, al igual que como ocurre en las personas.
Por su parte, las emociones intensas que suelen acompañar a esta época del año son consecuencia en parte, de la fervorosa tradición de los creyentes que manifiestan su fe y se contagian del espÃritu de paz, amor y solidaridad de la Navidad y, por otro lado, del bombardeo publicitario mercantilista que refuerza el sentimiento de compartir mediante un comprometedor gesto materialista.
Entre las cosas positivas que solemos pensar, vienen a nuestra mente de inmediato los logros personales que hemos podido alcanzar, ya sean académicos, laborales, bienes materiales, dinero y las relaciones interpersonales, especialmente en el amor. Sin embargo, muyo poco se valoran aspectos como la salud, que sobre todo en la juventud se da por descontada, sin embargo, normalmente es valorada por adultos mayores y por las personas que han superado problemas complejos, o los han evidenciado en sus allegados durante el año.
Entre lo malo que se piensa, están las frustraciones por las metas no alcanzadas, la nostalgia por los seres queridos que nos dejaron, el padecimiento por enfermedades, propias o de nuestro entorno, las limitaciones económicas, la problemática de nuestra sociedad, e incluso, sobre nuestro futuro sombrÃo o incierto que no podemos calcular.
Sin embargo, debemos reconocer que nosotros mismos somos quienes generamos nuestros sentimientos basados en la percepción única de lo que nos ocurre y ocurre en el mundo, es “nuestro mundoâ€, es decir, tanto lo que consideramos positivo como lo negativo y las emociones que nos generan, son valoraciones que hacemos nosotros mismos. Es por ello, que recae sobre nosotros también el poder de cambiar nuestras percepciones, ya que podemos valorar las cosas como acontecimientos de la vida, y no solo como logros que nos fortalecen o frustraciones que nos pueden dañar.
Mi recomendación práctica para esta época del año, consiste en que busquemos encontrarnos con nuestro propio ser, que seamos conscientes que nosotros tenemos el control, aun cuando no lo parezca, pues las cosas que pasan en la vida seguirán pasando y que la mayor parte de las veces lo que ocurre no depende de nosotros, y en las que depende, solo podemos hacer nuestro mejor esfuerzo, haciendo uso de nuestras capacidades, pero conociendo nuestros lÃmites. Justamente, por ello, recomiendo también hacer proyecciones sensatas, entendiendo que el futuro no existe y que puede variar de muchas formas dependiendo de los acontecimientos y no podemos calcularlo matemáticamente.
Finalmente, valorar la vida y lo que tenemos siempre con un pensamiento agradecido y optimista, nos permitirá ver con tranquilidad nuestro dÃa a dÃa y proyectarnos con sensatez.
Dr. Joseph Sánchez Gavidia
CEO Salud Total App
Asociación Médicos de Vida del Perú